En agosto de 2019, Jayne Guiney, residente de la ciudad australiana de Wandiligong, encontró un lindo cachorro rojo en su patio trasero.
Se quejó fuerte y claramente pidió ayuda.
En el lomo del animal había pequeñas heridas, similares a las marcas de las garras de un pájaro grande. El depredador probablemente levantó al cachorro en el aire, pero luego lo arrojó al suelo.
Jayne se apiadó del niño expósito y lo llevó a casa, donde le dio agua y comida, y luego lo mostró al veterinario del Alpine Animal Hospital.
Por la apariencia y “voz” del pequeño paciente, el especialista determinó que se encontraba frente a un animal salvaje, no doméstico.
Para “identificar” al niño expósito, envió sus muestras de ADN para análisis genético a la Universidad de Nueva Gales del Sur.
Tuvieron que esperar varios meses para obtener el resultado, pero el resultado fue una sorpresa para todos: ¡Wandi (así se llamaba el cachorro) resultó ser un dingo alpino de pura raza!
Esta subespecie del dingo perro salvaje está al borde de la extinción.
Wandi fue enviada al Centro de Investigación y Reserva de Descubrimiento Dingo de Lyn.
Según el administrador de la reserva, Kevin Newman, los dingos salvajes siempre han sido considerados una amenaza para el ganado.
En los siglos XVIII y XIX, fueron demonizados y exterminados en innumerables cantidades.
Aunque en realidad estos animales necesitan muy poca comida: unos 350-500 gramos por día, lo que puede equipararse al peso de “un par de lagartos o ratas de monte bien alimentados”.
Durante muchos años, los científicos e investigadores no han encontrado rastros de dingos de pura raza en Victoria.
Wandi se convirtió en el primer miembro de su especie en sobrevivir y continuar su linaje.
Se encontró una pareja en la reserva de un animal raro. Y este año Wandi se convirtió en padre de seis cachorros.
Gracias a la amplia cobertura de la historia de Wandi en las redes sociales, el raro animal se ha convertido en una auténtica estrella.
Uno de los artistas australianos incluso pintó un retrato de cuerpo entero de un dingo, dándole al cuadro el orgulloso nombre de “Lord Wandi”.
Las aventuras de Wandy también se convirtieron en la base de un libro para niños, que se publicó a finales de septiembre.
Su creador es el escritor australiano Favel Parrett.
En la reserva, la aparición de Wandi se considera “la respuesta a sus muchas oraciones”.
A esta criatura única, y a otros cuatro dingos alpinos que llegaron después de Wandi, se le ha confiado la misión responsable de revivir el “material genético puro”.