La perra caminaba sin rumbo por las calles desoladas, con la barriga llena de vida. Sus dueños anteriores la dejaron sola después de que la abandonaron.
Sabía que necesitaría ayuda ahora que había llegado el momento de dar a luz. A medida que se movía, sus contracciones se volvieron más frecuentes y difíciles.
Podía sentir su cuerpo preparándose para la llegada de sus perros. Buscó urgentemente a alguien que la ayudara.
Finalmente logré localizar a un residente local.
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