Estudiantes de primaria y secundaria del Área de la Bahía se han unido para crear una silla de ruedas personalizada para Harold, un perro paralizado y embajador de UP Academy en San Mateo. Apodado “el dinosaurio”, la funda de fibra de vidrio con ruedas de patineta se desarrolló después de un año de arduo trabajo y le ha dado a Harold una nueva movilidad. Los estudiantes involucrados han desarrollado un sitio web para compartir su diseño, con el objetivo de hacer sonreír a los perros necesitados en todo el mundo. Decididos a mejorar la vida de un perro paralizado llamado Harold, los estudiantes de las escuelas primarias y secundarias del Área de la Bahía han colaborado para crear un sitio web personalizado. silla de ruedas. Después de un año de trabajo, sus esfuerzos han dado sus frutos y el feliz cachorro ahora disfruta de su nueva movilidad gracias a un diseño único e innovador.
Harold, el alegre embajador de UP Academy en San Mateo, fue rescatado por la familia Sheckley hace aproximadamente un año después de haber sido abandonado al costado de la carretera. A pesar de su falta de movilidad, la actitud optimista y la resiliencia de Harold han sido una inspiración para quienes lo rodean. La fundadora de UP Academy, Tanya Sheckley, lo describe como “el perro más feliz y sonriente”. Los estudiantes de UP Academy trabajaron junto con la clase de ingeniería Capstone de Mountain View High School para diseñar una silla de ruedas personalizada para Harold. Después de un año de arduo trabajo, los estudiantes le regalaron a Harold su nuevo juego de ruedas: una funda de fibra de vidrio apodada “el dinosaurio”. Equipado con ruedas de skate, el diseño innovador le ha dado a Harold el don de la movilidad y la independencia.
El proyecto brindó una oportunidad para que estudiantes de todas las edades trabajaran juntos y vieran cómo su educación puede marcar una diferencia en el mundo. Desde el jardín de infantes hasta la escuela secundaria, los estudiantes involucrados en el proyecto estaban orgullosos de su trabajo y emocionados de ver a Harold disfrutar de su nueva silla de ruedas.
Uno de los resultados más importantes del proyecto es la creación de un sitio web que comparte el diseño de la silla de ruedas con otras personas de todo el mundo. Al hacer que esta información sea accesible, los estudiantes esperan hacer sonreír a los perros necesitados, así como a sus familias, dondequiera que se encuentren.
La inspiradora historia de Harold y los estudiantes que crearon su silla de ruedas personalizada es un testimonio del poder de la colaboración y la innovación. Al trabajar juntas, estas mentes jóvenes no solo han mejorado la vida de un perro, sino que también han sentado las bases para ayudar a muchos otros necesitados. A través de su ingenio y compasión, han demostrado que incluso los actos de bondad más pequeños pueden tener un impacto duradero en la vida de los demás.