Si hay algo que nunca entenderé sobre otros dueños de perros es cómo algunos de ellos pueden mantenerlos encadenados todos los días, todo el tiempo.
Los perros son animales sociales y requieren estimulación, por lo que mantenerlos atados a su pequeña casa prácticamente las 24 horas del día, los 7 días de la semana es simplemente crueldad animal.
En esta historia hablaremos de un pobre perro que pasó 7 años de su vida atado a una cadena antes de que finalmente fuera salvado por maravillosos rescatistas.
Cuando los rescatistas fueron avisados sobre un perro desnutrido que pasó toda su vida encadenado, se horrorizaron y se apresuraron a salvarlo.
Al verlo por primera vez, fue realmente deprimente . Estaba tan flaco que apenas podía moverse a ningún lado y tenía una pala como cuenco para la comida.
El perro les tenía mucho miedo y no le gustaba que estuvieran invadiendo su propiedad.
Estaba realmente molesto y sólo quería que abandonaran el lugar, pero sus rescatadores sólo querían ayudarlo.
Después de intentar que se relajara durante al menos dos horas, finalmente se calmó un poco. Le dieron algo de comida y él estaba muy feliz de comerla.
Fue en ese momento que el pobre perro se dio cuenta de que estas personas sólo estaban ahí para ayudarlo.
Tuvieron que llevarlo al veterinario porque tenía muchos problemas, pero el dueño no estaba dispuesto a dejarlo ir a menos que pagaran una determinada suma de dinero.
Los rescatistas estuvieron de acuerdo y simplemente se lo llevaron. El pobre perro miró por última vez a su dueño y se sintió triste porque no sabía lo que iba a pasar.
En la clínica veterinaria descubrieron rápidamente que estaba anémico y gravemente desnutrido.
Otro problema era que estaba infestado de garrapatas, por lo que su recuperación iba a ser larga.
Sus rescatistas le dieron un agradable y tibio baño y notaron que lloraba todo el tiempo.
Realmente nunca sintió lo que era ser amado y cuidado , por lo que se sintió un poco aliviado al saber finalmente cómo era.
El perro también recibió una transfusión de sangre y los veterinarios se aseguraron de administrarle líquidos, lo que aceleraría significativamente su proceso de recuperación.
Incluso con todo esto, le tomó al menos tres meses recuperarse. Pero el progreso fue visible. Recuperó todo su cabello y peso y finalmente lucía saludable.
Su estado de ánimo mejoraba día a día y finalmente quería jugar afuera y explorar. Los rescatistas se aseguraron de sacarlo al patio a jugar y estaba muy feliz.
Era un mundo completamente nuevo para él que nunca antes había experimentado, así que todo fue genial para él.
A pesar de pasar 7 años en las condiciones más duras imaginables, este dulce perro, ahora llamado Black, finalmente puede experimentar las maravillas de la vida gracias a sus rescatistas.
Aunque es posible que aún no haya sido adoptado, es sólo cuestión de tiempo antes de que una familia llegue y se lo lleve a su hogar definitivo.