Un joven y talentoso cantante publicó recientemente una imagen desgarradora en su página de Facebook. La imagen representaba la determinación inquebrantable de una madre perra atrapada en una jaula de hierro. Estaba tratando de convencer a su cachorro recién nacido para que escapara. El título debajo de la imagen decía:
“Imagínese estar embarazada y llevar a su bebé atrapado dentro de una jaula, anticipando lo peor. Esta valiente perra dio a luz, mientras intentaba desesperadamente convencer a su precioso recién nacido para que entrara al mundo más allá de los barrotes.
Esta conmovedora fotografía acumuló rápidamente 1000 me gusta, cientos de acciones y una avalancha de comentarios apenas una hora después de ser publicada. Retrata vívidamente la impotencia de un cachorro recién nacido, de sólo unos días de edad, nacido en los confines de una jaula estrecha. La diminuta cabecita del cachorro lucha por liberarse de las barras de hierro.
Me paré al lado de la afligida madre perra, sintiéndome completamente impotente mientras el pequeño cachorro luchaba implacablemente por escapar de su estrecha prisión. La vista de la madre perra acurrucada junto a su descendencia en lucha toca la fibra sensible de todos los que la presencian, haciendo llorar a los ojos de los espectadores.
Imagínese la difícil situación de ese cachorro recién nacido, privado de la leche nutritiva de su madre, y la angustia que la madre debe sentir al observar el viaje de su frágil bebé hacia un mundo que parece duro e implacable. ¿Por qué el comienzo de esta joven vida debería estar marcado por tanta adversidad?
Muchos están profundamente perturbados al ver a este cachorro recién nacido, con los ojos bien cerrados, dentro de lo que a menudo se conoce como el vehículo de la “muerte”. Varios amantes de los perros que se oponen vehementemente al consumo de carne de perro han expresado su angustia:
“No entiendo por qué algunas sociedades asiáticas siguen consumiendo carne de perro. Dejemos que estos perros vivan seguros y con amor”.
Muchas personas creen que la práctica de consumir carne de perro debería ser fuertemente condenada, enfatizando: “Me gustaría que los humanos se abstuvieran de consumir carne de animales cercanos y afectuosos, y optaran en su lugar por la carne de animales que crecen rápidamente y son menos difícil de controlar en términos de cantidad y salud”.
Existe una profunda esperanza de que quienes participan en el transporte de estos animales experimenten una transformación en sus prácticas y liberen a estas lamentables criaturas, permitiéndoles la oportunidad de experimentar una vida libre de sufrimiento y crueldad”.