Gary Sinise , mejor conocido por su inolvidable interpretación del teniente Dan en Forrest Gump , ha anunciado públicamente su retirada de un esperado proyecto de 500 millones de dólares junto a su colaborador de toda la vida y gigante de Hollywood, Tom Hanks . ¿El motivo? La postura sin complejos de Sinise contra lo que él llama la influencia sigilosa de la cultura “despierta” en la industria del entretenimiento.
Este proyecto, que al parecer es una epopeya histórica a cargo del propio Tom Hanks, estaba destinado a ser una obra maestra cinematográfica con un elenco estelar y un presupuesto gigantesco. Sin embargo, Sinise, conocido por su enfoque de principios en su oficio y su abierta defensa de los veteranos, dejó en claro que no comprometería sus valores, sin importar cuán lucrativa fuera la oferta. En una declaración que ha provocado acalorados debates en las redes sociales, Sinise declaró: “No trabajaré con gente progresista”.
El término “woke” se ha convertido en un pararrayos en los debates culturales y políticos, a menudo utilizado para describir a individuos o movimientos percibidos como demasiado políticamente correctos o centrados en la justicia social hasta el punto del exceso. Para Sinise, el problema no es solo una cuestión de terminología, sino de lo que él ve como una creciente intolerancia hacia las opiniones disidentes y una cultura que sofoca la creatividad en nombre del conformismo ideológico.
Según fuentes cercanas, la tensión entre Sinise y la dirección creativa del proyecto comenzó al principio de la preproducción. Si bien Sinise estaba entusiasmado con el guion y su potencial para contar una historia importante, se sentía cada vez más incómodo con los cambios que, en su opinión, estaban impulsados más por agendas políticas que por la integridad artística. Entre ellos, se incluían las demandas de una narrativa más “inclusiva” y la inserción de comentarios sociales modernos en lo que originalmente se concibió como una pieza histórica.
Una fuente cercana a la producción reveló: “Gary sintió que la historia estaba siendo secuestrada. Siempre le ha interesado la autenticidad y la verdad en la narración, y vio estos cambios como una forma de complacer a los demás. No se trataba de diversidad, sino de forzar un mensaje a expensas de la historia”.
La decisión de Sinise de alejarse no fue tomada a la ligera. Su relación con Tom Hanks se remonta a décadas, desde su icónica colaboración en Forrest Gump , una película que le valió a Sinise una nominación al Oscar y consolidó su lugar en la historia de Hollywood. Los fanáticos del dúo han expresado su conmoción y decepción por las consecuencias, y muchos se preguntan si esto marca el final de su asociación creativa.
Como era de esperar, la reacción a la declaración de Sinise ha sido polarizada. Sus seguidores han elogiado su valentía por defender sus principios en una industria en la que ir contra la corriente suele tener un alto coste. Sin embargo, sus críticos lo han acusado de estar desfasado de la realidad y de resistirse al progreso, y han calificado su postura de rechazo a la inclusión y la diversidad.
A pesar de la controversia, Sinise se mantiene firme. En una entrevista posterior, explicó su postura y afirmó: “No estoy en contra del cambio ni del progreso. Estoy en contra de la idea de que cada obra de arte tiene que servir como vehículo para la agenda de alguien. El arte debería desafiarnos, inspirarnos, incluso hacernos sentir incómodos, pero no debería sermonearnos”.
No es la primera vez que Sinise genera controversia por sus opiniones. Es un ferviente defensor de los militares y de los derechos de los veteranos, y a menudo ha tenido diferencias con los círculos más progresistas de Hollywood. Sin embargo, su labor benéfica a través de la Fundación Gary Sinise le ha granjeado una admiración generalizada, incluso entre quienes no están de acuerdo con su postura política. Para Sinise, parece que las acciones hablan más que las palabras, una filosofía que ahora se extiende a su elección de proyectos.
En cuanto a la epopeya de 500 millones de dólares, todavía está por verse cómo se recuperará la producción de la marcha de Sinise. Tom Hanks, que todavía no ha hecho comentarios públicos sobre el asunto, se enfrenta al reto de gestionar un proyecto que ahora está ensombrecido por la polémica. Los analistas de la industria especulan que la reacción negativa podría afectar a todo, desde las decisiones de casting hasta el rendimiento en taquilla, sobre todo ahora que Hollywood sigue lidiando con sus propias guerras culturales internas.