En una pequeña aldea de México, un refugio local recibió una llamada de socorro de un hombre que había presenciado cómo un conductor de rickshaw tiraba cruelmente a su perro por el cuello. Indignado por las acciones del conductor, el testigo denunció el incidente al refugio.
El perro herido, incapaz de moverse, buscó refugio en un punto de entrada para calentarse, pero fue arrojado de nuevo al frío. El equipo de rescate respondió rápidamente a la llamada de socorro y llegó para presenciar el acto despiadado del hombre que tiraba del cuello de su perro.
Decidido a salvar al pequeño perro de mayores daños, el equipo de rescate lo guardó cuidadosamente en una bolsa para protegerlo. Posteriormente, tuvieron que gastar alrededor de $30 para comprar el perro, lo que indica negligencia y falta de cuidado por parte del dueño.
El perro rescatado, visiblemente bajo de peso y hambriento, fue trasladado a una clínica médica para un exhaustivo control de salud y recibir los cuidados necesarios para su bienestar.
Ahora, en un ambiente seguro y afectuoso, el perro está listo para vivir y prosperar con personas compasivas que le brindarán el amor y el cuidado que antes le negaban.
