Al descubrir su primer hogar, los amigos de Alva en Austin Pets Alive! se regocijó, pensando que finalmente había encontrado su felicidad para siempre.
Alva, diagnosticada con hipoplasia cerebelosa, enfrentó desafíos en su movilidad debido a una condición neurológica que afectaba el control del movimiento de su cerebro.
Sin embargo, en su hogar definitivo, Alva no se aventuraba mucho a salir, lo que provocó cambios en su comportamiento. Asustándose y poniéndose a la defensiva, incluso intentó morder a nuevos visitantes, lo que la obligó a regresar al refugio.
Confundida y preguntándose por sus padres, Alva recibió apoyo y capacitación del personal del refugio, quienes esperaban tener una segunda oportunidad de encontrar una familia amorosa.
Sin inmutarse por la cautela inicial y la brusquedad de Alva, Rotunda la visitó a diario y poco a poco se ganó su confianza. Con determinación, colaboró con el personal de capacitación del refugio para construir un vínculo con Alva.
Al ver el cuidado de Rotunda, Alva esperó ansiosamente sus visitas y finalmente se acercó a él. Los esfuerzos de Rotunda dieron sus frutos cuando llevó a Alva a una fiesta de pijamas y transformó su casa para garantizar su comodidad y seguridad.
