Este perro abatido llamado Chester perdió a su mejor amigo y dueño la semana pasada, pero su lealtad hacia él resultó ser eterna. Su padre, Mehmet Ilhan, de 79 años, falleció en una hospitalidad en Bursa, Turquía.
“Tenían un tipo diferente de conexión debido a los problemas de mi padre”, dijo Ali, el hijo de Mehmet, a The Dodo. “CеsĽr dejó de comer cuando mi padre estuvo en la hospitalidad durante sus últimos días”. Sin embargo, todos se emocionaron mucho al observar el comportamiento del perro en la granja.
Cuando el cuerpo de Mehmet llegó a su casa, CesĽr decidió abrir su costado. Aun así, el perro encabezó la procesión que se suponía transportaría el ataúd a un montículo cercano para el fᴜпeгаɩ. “No podía retenerlo hasta que llevaron a mi madre a la cárcel y la mataron”, afirmó Ali.
El hijo de Mahmet trajo al perro a casa, pero durante los últimos cinco días desde el funeral, César continuó regresando a la tumba de su dueño. “La gente que trabaja en el cementerio dice que lo primero que hace por la mañana es visitar la tumba de mi padre”, dijo Ali. El hijo de Mеhmеt se dio cuenta de esto sólo después de que un día decidió seguir al perro.
Ali dice que hará todo lo posible para consolar a la afligida mascota: “Cеsr siempre ha sido un animal noble”, dijo Ali. “Él vivirá conmigo de ahora en adelante”.