En una inspiradora historia de espíritu comunitario y gestión ambiental, una mujer da nueva vida a un árbol muerto de 110 años convirtiéndolo en una pintoresca y encantadora biblioteca gratuita para el vecindario. Este acto transformador no sólo reutiliza un árbol que alguna vez estuvo sin vida, sino que también fomenta un sentido de comunidad y proporciona un refugio mágico para los amantes de los libros.
Lamentablemente, había llegado el momento de talar el majestuoso álamo. Fue una tarea muy difícil para el artista, que vio toda su infancia en este árbol. Así que una noche tuvo una idea ingeniosa: ¡darle al árbol una segunda vida! En lugar de talar por completo el árbol moribundo, a este artista de Idaho se le ocurrió un plan ingenioso.
Crédito de la imagen: Sharlee Armitage Howard/Facebook
Sharalee Armitage Howard ha vivido toda su vida en su cabaña de Idaho, orgullosa del árbol centenario que la cuidaba día y noche. Era un álamo majestuoso, de 110 años. Un hermoso árbol que floreció en toda su belleza en primavera.
Un día, sin embargo, llega la terrible noticia. Después de notar varias ramas en el suelo y manchas extrañas en las hojas de la planta, Sharlee decidió llamar a los expertos en botánica quienes le dijeron que el álamo no estaba en buenas condiciones. Fue una noticia difícil de aceptar, porque el árbol era una especie de hogar para la joven.
Después de varios años, las cosas empeoraron y las ramas que caían lentamente comenzaron a hacerse más grandes y peligrosas, hasta el punto de abollar el auto estacionado en el camino de entrada. Sharlee sabía que había llegado el momento de talar el árbol, especialmente con el inicio de la temporada de lluvias, el viento fácilmente podría arrancar el árbol.
Crédito de la imagen: Sharlee Armitage Howard/Facebook
Una elección difícil que mantuvo a Sharlee despierta durante varias noches. Pero tuvo la brillante idea de darle una segunda vida al árbol que siempre ha estado afuera, vigilando su casa.
En declaraciones a una famosa revista de arte, la joven explicó su idea: “Pensé: ¿y si me quedo con la parte del baúl? ¿Y si la convertimos en una de esas pequeñas bibliotecas gratuitas? Inmediatamente pude imaginar los pequeños pasos que conducían a ello. Sabía que tenía que trabajar mucho para que encajara en la casa. “
La idea del joven artista no es del todo original. Ya existe en Estados Unidos un movimiento llamado “Pequeña Biblioteca Libre”, fundado en 2009 por Todd H. Bol. Tiene como objetivo promover la alfabetización y el intercambio cultural entre los habitantes de los barrios con el lema: “Llévate un libro, pero primero deja uno de los tuyos”.
Entonces, con un proyecto similar al de Little Free Library en mente, en octubre de 2018, Howard y su esposo Jamie se arremangaron. A un costo de 5.000 dólares, contrataron a una empresa para que retirara solo una parte del álamo, y después de dos días ya había desaparecido parcialmente.
“Cuando llegó el momento de excavar el tocón de mi biblioteca, todo lo que tuvimos que hacer fue tirar del interior blando del baúl, en ese sentido el molde nos facilitó la tarea”, concluyó más tarde. el artista.
Entonces, si bien fue doloroso ver caer el árbol y ser cortado en pequeños troncos, imaginar la nueva función del tronco de álamo le dio a Sharlee la fuerza para seguir adelante. Después de esbozar varios proyectos para la pequeña biblioteca gratuita, finalmente optó por un diseño estilo chalet con un techo puntiagudo como el de los cuentos de hadas. Una vez excavado el baúl, se insertaron estantes para libros y una gran ventana de vidrio a modo de puerta. Todo estaba perfectamente iluminado por cálidas luces ambientales.
El resultado final fue tan bonito que se volvió viral en la web. En cuestión de días, el trabajo de Sharlee y su álamo saltaron a la fama, llegando a millones de usuarios en las principales redes sociales. Y efectivamente, mirando las fotos, ¡entendemos por qué!