Cuando Donna Lochmann, directora de salvamento de Stray Rescue de St. Louis, Missouri, y su compañero de rescate, Randy, se enteraron de que una pequeña familia necesitaba su ayuda, no perdieron el tiempo e inmediatamente se dirigieron al lugar del rescate. .
Una perra muy protectora los recibió con fuertes ladridos y les advirtió que se mantuvieran alejados, pero el equipo de rescate estaba muy decidido.
El dúo pensó que lo mejor sería darle algo de comida a la mamá para calmarla un poco y ganarse su confianza.
Aunque este plan distrajo a la mamá para que los rescatistas pudieran acercarse a sus bebés , no les ayudó en absoluto a ganarse su confianza.
Ella simplemente siguió ladrándoles.
Luego, el dúo pensó que el mejor plan de acción sería que Randy siguiera alimentando y hablando con la mamá, distrayéndola mientras Donna entraba a salvar a sus cachorros .
Este plan funcionó a las mil maravillas.
Mientras Donna trasladaba a los cachorros uno por uno a un área más segura, notó algo que le rompió el corazón.
Debajo de las hojas, un cachorro quedó atrapado dentro de una cerca, gritando pidiendo ayuda y sin poder moverse .
Donna hizo todo lo posible para sacarlo sin lastimarlo y, después de algunas maniobras, logró sacarlo sin un rasguño .
Durante toda esta mini misión de rescate, la mamá siguió ladrando a los rescatistas de St. Louis en el fondo, recordándoles constantemente que no obedecería en absoluto.
Esto los convenció de que tendrían que pensar en un plan mejor para capturar a esta mamá perra .
Tanto Donna como Randy estuvieron de acuerdo en que la forma más eficaz de capturar a este doggo sería colocando una trampa .
¡Y así lo hicieron! Todo lo que tenían que hacer ahora era esperar.
Al principio, la mamá perra dudaba un poco acerca de la trampa, pero finalmente bajó la guardia y entró en la jaula, activando el mecanismo y atrapándola.
Cuando Donna y Randy fueron a ver si su plan funcionaba, se sorprendieron mucho cuando encontraron a la madre, antes nerviosa, ahora completamente relajada y dócil .
Se reunieron con la pequeña familia y finalmente estuvieron listos para transportarlos a un lugar seguro.
La mamá y sus bebés se instalaron en un apartamento relajante, junto con comida, agua y calor.
Ya no tendrán que luchar para sobrevivir, pues estarán muy bien cuidados hasta que los cachorros tengan edad suficiente para ser adoptados.
Estoy seguro de que esta pequeña familia encontrará un hogar amoroso en poco tiempo, lo que hará sus vidas aún más dulces, ya que tendrán hombres que los amarán y apreciarán tal como ellos desean.
¡Buena suerte chicos!