Durante el fin de semana, un grupo de amigos tuvo un giro inesperado durante una despedida de soltero en Minnesota. Mientras disfrutaban de un tranquilo viaje en canoa por el río Minnesota cerca de Carver, Mitch White y sus compañeros escucharon un grito angustiado que inmediatamente llamó su atención.
Para su sorpresa, se toparon con un perro San Bernardo enterrado hasta el cuello en un espeso barro, a sólo unos metros de la orilla del agua. Sin dudarlo, Mitch y sus amigos supieron que tenían que hacer algo para ayudar al canino varado.
“Estábamos tratando de descubrir qué hacer en ese momento. Quiero decir, en serio, ¡mi prometida Kelly probablemente no se casaría conmigo si dejáramos al perro! White compartió con humor.
Con ingenio, el grupo utilizó los remos de su canoa como palas improvisadas y trabajó incansablemente durante al menos treinta minutos para liberar al perro atrapado del barro pegajoso. El pobre perro parecía agotado y sin energía, por lo que los bondadosos amigos se aseguraron de alimentarlo y darle agua.
Al darse cuenta de la gravedad de la situación, pidieron ayuda adicional al personal de emergencia. Con los esfuerzos combinados de la despedida de soltero y los servicios de emergencia, el perro, cuyo nombre se reveló como Ed, finalmente fue liberado y se reunió de manera segura con su dueño, George Niskanen.
Según Niskanen, Ed, el aventurero San Bernardo, tenía tendencia a alejarse de vez en cuando, pero siempre lograba encontrar el camino de regreso. Lamentablemente, esta vez, había estado desaparecido durante un día antes de que la Oficina del Sheriff del Condado de Carver contactara a Niskanen sobre la terrible situación en la que se encontraba su querida mascota.
“Muchas gracias al Departamento del Sheriff del Condado de Carver y al Departamento de Bomberos de Carver por su ayuda para llevarlo cuesta arriba. Es un alivio verlo volver a ser como antes”, expresó Niskanen su gratitud.
Lleno de agradecimiento por los heroicos esfuerzos de la despedida de soltero, Niskanen está ansioso por agradecerles personalmente con una tarjeta y reconoce que cada uno de ellos merece reconocimiento por su valentía y compasión.
Desde su regreso a casa, Ed ha ido recuperando gradualmente sus fuerzas, pasando de no poder caminar a comer y beber bien. Gracias a las acciones rápidas y desinteresadas de una despedida de soltero que se convirtió en una misión de rescate, esta conmovedora historia tuvo un final feliz para todos los involucrados, especialmente para Ed el aventurero San Bernardo.