James Wathen, de 73 años, es un paciente terminal en Baptist Health Corbin en Corbin, Kentucky. Debido a su mal estado físico y su función mental limitada, la salud de Wathen no pudo mejorar. Las enfermeras hicieron todo lo posible para reconectar a Wathen con su chihuahua tuerto, Bubba. James Wathen, de 73 años, estaba en estado grave y al borde de la muerte cuando su perro Bubba lo visitó.
Deanna Myers, directora del refugio de animales Knox Whitley, declaró en Facebook que cuando Bubba conoció a James, el joven comenzó a llorar. Después de eso, Bubba consoló a James. Le ayuda a comprender que los animales son más que simples mascotas. Ellos también son seres queridos.
Después de que Wathen fue admitido en el hospital, las enfermeras localizaron a Bubba hasta el refugio de animales Knox-Whitley, donde descubrieron que el perro había sido colocado en un hogar de acogida. Bubba ha mostrado indicios comparables de sufrimiento mental después de que su dueño lo abandonara. Wathen y Bubba se reunieron el 11 de octubre, un sábado, gracias a las enfermeras. Mientras acariciaba y jugaba con su perro, Wathen se ponía más alegre y nostálgico.
Cuando le entregaron a Bubba a James, este comenzó a llorar. Entonces Bubba comenzó a abrazar a James. Deanna Myers, directora de Knox Whitley Animal Shelter, afirmó en una publicación de Facebook: “Te hace entender que los animales no son sólo mascotas, sino seres queridos”. Después de tocar y jugar con su perro, Wathen se sintió mejor.
Wathen parecía haberse curado por completo durante su estancia. El paciente parecía haber experimentado una mejora significativa al día siguiente. Según las enfermeras, estaba comiendo y sentándose por primera vez. Debido a las ventajas que Bubba tiene para Hathen, Baptist Health Corbin está haciendo todo lo que está a su alcance para garantizar que Hathen vea a su querida mascota a diario.
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