Fue un espectáculo poco probable para los trabajadores del refugio cuando encontraron a un hermoso Husky de pura raza llamado Nate deambulando por las calles como un perro callejero. Sin embargo, pronto se descubrió que Nate era muy diferente de otros perros callejeros. Sus ojos hundidos y atormentados hablaban claramente de un pasado inquietante, y estaba extremadamente asustadizo y se encerraba en sí mismo. ¡Conoce a Nate, esta es su historia!

Crédito de la imagen/historia: vídeo de YouTube

Cuando los trabajadores escanearon a Nate en busca de un microchip, su comportamiento finalmente tuvo sentido. El pobre hombre estaba registrado en un laboratorio y había sido sometido durante meses a los procedimientos de prueba más brutales.

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Lo peor fue que el irresponsable laboratorio lo arrojó sin piedad a la calle porque no querían lidiar con su estado de “perturbación psicológica”. El refugio se acercó a los trabajadores del Beagle Freedom Project, que ya tenían experiencia con víctimas de pruebas con animales.

Juntos, encontraron una madre adoptiva que estaba lista para abrazar a Nate con todas sus cicatrices. Ella hizo un intenso plan de rehabilitación y trabajó con él durante meses para alejar su trauma. Hacia el final de su video, vemos a Nate sonriendo alegremente mientras finalmente está listo para su hogar definitivo.

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Puede que ahora parezca un “perro normal”, pero su madre adoptiva cree que siempre será un guerrero especial para ella. Cada año, miles de animales sufren y se pudren en los laboratorios en nombre de la codicia humana. Ya es hora de que defendamos a las víctimas de las pruebas de laboratorio y levantemos la voz contra el trato inhumano de estos animales.

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